Esteban Lázaro Álvarez, un "Yo acuso" contra el gobierno de Carmen Moriyón
El caso EMULSA destapa el método con el que el Ayuntamiento de FORO camuflaba las cuentas de la Empresa Municipal de Limpieza.
Nadie sabe cuándo comenzó a derrumbarse todo, cuándo las vigas maestras de la Empresa Municipal de Limpieza de Gijón se tambalearon por primera vez. Nos referimos a ese instante primero en el que las cuentas de EMULSA comenzaron a oscurecerse y declinarse, mientras se fingía políticamente que todo, en la empresa, seguía funcionando bien. El cine de catástrofes ha recogido perfectamente ese momento. Siempre ofrece una visión mecánica de los hechos, fácil, comprensible. Todo comienza con la chispa en un cuadro eléctrico o con la tuerca que se rompe en el cigüeñal de un motor mientras todo pasa desapercibido el puente de mando de un barco. Con las organizaciones sociales, nada es tan mecánico o tan sencillo como observábamos, ingenuos y expectantes, en el Coloso en Llamas o Poseidón. Siempre que se producen grandes cambios, la estructura empieza a resquebrajarse innumerables veces de formas muy diversas, algunas evidentes y otras no tanto. En cualquier caso, aunque sea imposible saber en qué momento se jodió el Perú, nunca dejamos de advertir que hubo otro, en el que EMULSA, uno de los estandartes del municipalismo en Ayuntamiento de Gijón, cruzó una línea roja y se convirtió en algo terriblemente irrevocable y monstruosamente distinto.
En esta historia, nuestro protagonista, a diferencia de los relatos más convencionales, sólo aparece en el tercer acto. La fornida figura de Esteban Álvarez Lázaro se asemeja más bien a la de John Wayne antes que a la de James Stewart pero su pericia profesional desde hace dos años nos habla de un hombre investido con la épica jurídica de quien usa la ley como una espada bajo el uniforme de un soldado vestido de traje.
Esteban Álvarez Lázaro accedió a la empresa como director técnico de EMULSA en febrero de 2022. En principio, sus tareas no tenían nada que ver con la gestión económica pero los hechos le conducirían, inevitablemente, a ella. Cuando llegó a la empresa, nadie le había dicho que había entrado en una empresa diferente, con casos de acoso sexual pendientes de solución, una plantilla dispuesta a pelear por un nuevo convenio, una gestión económica opaca y difícil de asumir e, incluso, un despido masivo de los trabajadores en el horizonte.
Un año más tarde, en 2023, cuando accedió al cargo de Gerente, la empresa ya presentaba una situación financiera muy preocupante. El balance de cuentas arrojaba pérdidas significativas en los ejercicios correspondientes a 2021 y 2022. Otro año malo y la empresa podría ser declarada en quiebra.
El resultado del año 2021 había sido especialmente malo, con unas pérdidas muy importantes: -3.236.735,95€. Fue el año de la pandemia. El de 2022 no mejoró mucho los resultados: -2.432.056,49€. Obviamente, Esteban Lázaro Álvarez se propuso conocer la situación económica de la empresa en aras a preservar su viabilidad en cuanto se sentó en su despacho y asumió el mando. El nuevo gerente necesitaba conocer, en definitiva, sus balances, sus ingresos y gastos y lo primero que hizo fue requerir a la jefatura económica de la empresa, liderada por Alfonso Baragaño, la información correspondiente.
Alfonso Baragaño había ostentado el cargo de Director Gerente de EMULSA desde 2019 hasta su destitución en octubre de 2022. Fueron cuatro años convulsos. Su cese se produjo tras haberse destapado un caso de acoso sexual que puso en tela de juicio la responsabilidad política de todos los partidos y la del conjunto de la empresa, especialmente en materia de derechos de la mujer. El Consejo de Emulsa, en sesión extraordinaria, aprobaba el cese del gerente, con los votos de PSOE, UGT, IU y Podemos-Equo Xixón. Foro, PP, Vox, CCOO y Ciudadanos se abstuvieron. Posteriormente, un estudio filtrado a este periodista en febrero de este año revelaba que más de la mitad de los jardineros de EMULSA creían que todavía se producían situaciones de acoso sexual en su empresa. El Informe de Evaluación de Riesgos y Factores Psicosociales destacaba, además, que el 96,1% de los trabajadores encuestados percibía un ambiente laboral conflictivo.
Baragaño había sido el antecesor directo de Álvarez Lázaro en el cargo. Hasta su nombramiento, se mantuvo en funciones. Las preguntas ante la situación económica de la empresa formuladas por el nuevo gerente fueron atendidas con evasivas que sólo dificultaron su acceso a la información. Tanto fue así que Álvarez Lázaro no pudo conocer el estado de la tesorería de EMULSA hasta febrero de 2023, es decir, dos meses después de acceder al cargo.
En sus primeras indagaciones pudo comprobar que en la empresa se venían aplicando incorrectamente las tasas de la ordenanza municipal durante años, dejando de cobrar en cada ejercicio miles de euros. De pronto, Esteban Lázaro Álvarez se encontró con miles de facturas impagadas y otras tantas mal regularizadas. El nuevo gerente sólo alcanzó a ver un 30% de todos los expedientes hasta que fue cesado. Era un trabajo ingente. Resulta cuanto menos llamativo que el responsable de aplicar las tasas, Alfonso Baragaño, hubiese sido premiado después como Director Gerente, sin control municipal alguno por parte de ningún partido. La práctica se mantuvo durante muchos ejercicios, incluso cuando estos arrojaban resultados negativos. Nadie comprende cómo el responsable de tasas de la empresa pudo haber sido ascendido hasta lo más alto dentro del organigrama de EMULSA después de haber cometido ese grave error. Fuentes consultadas sospechan que «algo tuvo que ver el concejal forista y presidente de EMULSA, Fernando Couto». Efectivamente, ambos eran amigos desde la infancia y compañeros de pupitre.
Como se ha dicho ya, los años 2021 y 2022 presentaron un resultado negativo que motivó que las reservas económicas de EMULSA fueran utilizadas para compensar el cierre contable negativo de dichos ejercicios. Estaban Lázaro Álvarez se preocupó de conocer el estado de las reservas de la empresa, descubriendo que entre los años 2011 y 2019 también se habían usado, fuera de las causas legales que la norma justifica y no sólo para cubrir las pérdidas. El abuso de las reservas voluntarias propició que estas fueran mayores que las de tesorería, algo sumamente extraño, lo que le empujó a sospechar que existían indicios suficientes para dudar sobre la correcta contabilidad de la empresa y la utilización de las reservas. Tras muchos requerimientos, el nuevo Gerente logró conocer cómo era ese uso y pudo concluir que no se utilizaban de forma regular. La conclusión es de naturaleza eminentemente política: sólo servían para ofrecer un aparente superavit en las cuentas de la empresa que realmente no existía. De esta manera, Foro pudo presentar una gestión optima de EMULSA, manipulando la cuenta de resultados, aunque el fondo de reservas disminuyera ejercicio tras ejercicio. Inmediatamente después de aprobar cada balance, se liquidaban los dividendos y se revertían nuevamente al fondo de reserva voluntaria. En estos momentos, se estudia si la empresa podría haber incurrido en un delito de falsedad documental.
En el año 2010, las reservas totales de EMULSA sumaron 6, 82 millones de euros, de las que 4,50 eran voluntarias. La tesorería contaba con 8,07 millones de euros. En principio, esa deber ser la pauta, según el ex-gerente. Sin embargo, en el año 2011, las reservas totales de EMULSA sumaban 9.23 millones de euros, de las que 6.91 eran voluntarias, mientras la tesorería solo llegaba a 3.17, sin desglose de inversiones efectuadas ni justificación. La anomalía volvía a repetirse en sucesivos ejercicios. La demanda de Estaban Álvarez presentada ante la sala 3 del Juzgado de lo social incluía más datos. En el año 2012, las reservas totales alcanzaron los 9.85 millones, de los cuales, 7,54 millones pertenecía al fondo de reserva voluntario, mientras la tesorería sólo lograba acumular 3,17. En el año 2013, las reservas totales ascendía a los 10,60 millones, de los que 7,54 millones estaban desglosados en el fondo de reserva voluntario. La tesorería de EMULSA era menor: de 5.35 millones. Nuevamente sin justificación. En el año 2014, las reservas totales registraron 10.60 millones y 8,28 eran reservas voluntarias. En cambio, la tesorería registrada era de 6.71 millones. No había nada que justificase que la tesorería estuviera siempre por debajo de las reservas.
Al acceder a los balances de cuentas, el Gerente quiso conocer la causa que había detrás de esta supuesta anomalía. Contactó con los auditores de la empresa y solicitó al Jefe Económico y Financiero, de la empresa la explicación. Las respuestas de Alfonso Baragaño fueron más que genéricas. A su juicio "«las reservas voluntarias se habrían gastado en “compra de camiones”, e incluso “gastos corrientes”. Pero si la causa estaba en los gastos corrientes o en la compra de barredoras o camiones, por qué no estaba reflejada en la contabilidad de la empresa. Por otra parte, también cabía preguntarse por qué se transfirieron las reservas voluntarias sin la preceptiva autorización de la Junta General que, en EMULSA no es otra que el Pleno de la Corporación Municipal. A esta respuesta no ha sabido responder ningún partido.
A mediados de octubre de 2023, la economía de EMULSA había trascendido políticamente fuera de su actividad interna. La alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, alertaba en una rueda de prensa de lo «extremadamente delicada» que era la situación financiera con pérdidas acumuladas en los ejercicios 2021 y 2022 por valor de 5,7 millones de euros. En su comparecencia para exponer la situación económica de la entidad, Moriyón insistió en que las reservas económicas de la empresa se habían usado «para autofinanciar inversión» y asumir las pérdidas y resultados negativos de los dos ejercicios, aproximadamente 3,2 millones en 2021 y 2,5 en 2022. El 16 de octubre, La Nueva España informaba que EMULSA había vaciado sus reservas al destinar 16 millones a operaciones sin registrar. Y Carmen Moriyón reaccionaba anunciando una investigación para dirimir todas las responsabilidades: “caiga quien caiga”.
Pero mientras Carmen Moriyón afirmaba que habría una investigación con luz y taquígrafos, en los despachos, lo que se decía era otra cosa. «Este marrón te lo vas a comer tu», llegó a espetarle una responsable de la Concejalía de Hacienda a Estaban Lázaro Álvarez cuando puso en conocimiento del nuevo gobierno municipal de Foro y PP la situación real de EMULSA. Su presidente, Rodrigo Pintueles (concejal del PP), compartía en un principio con el gerente su deseo de acudir al Tribunal de Cuentas tal y como el este le había sugerido para resolver todas las responsabilidades. «Las irregularidades son graves y podrían no sólo afectar a la viabilidad de la empresa y el consecuente mantenimiento de los puestos de trabajo, incluso podría ser constitutivo de infracciones administrativas, mercantiles y penales» escribió en su demanda Esteban Álvarez Lázaro después de habérselo hecho saber al Presidente de EMULSA. Sin embargo desde el Ayuntamiento y desde Hacienda, particularmente, se optó por acusar al Gerente, de ser el responsable de la ausencia de dinero, aun cuando fueran conocedores de la situación real. Rodrigo Pintueles, presionado, no envió finalmente ninguna alegación ante el Tribunal de Cuentas que desestimó abrir un expediente por falta de indicio. Pintueles no aportó las pruebas que el Gerente le había entregado, toda la documentación económica que justificaba sus sospechas.
La sentencia del juzgado de lo social, hecha pública hace tres semanas, la misma que declaró improcedente el despido de Estaban Lázaro Álvarez como director de EMULSA, constata que este puso en conocimiento de todas las autoridades lo que había sucedido desde 2011 hasta 2022 en el Ayuntamiento, a través de la concejalía de la que depende la empresa, tanto en la legislatura anterior como en la actual. Las sucesivas reuniones con la Concejalía de Hacienda no fructificaron y desembocaron en momentos de alta tensión política y personal. Desde el Ayuntamiento se optó por acusar al gerente de la ausencia de dinero , aun cuando eran perfectamente conocedores de que Esteban Lázaro había sido el primero en señalar y alertar sobre la situación financiera de la empresa.
Durante los años en que se detectaron las irregularidades, Carmen Moriyón fue la Alcaldesa de Gijón. Los concejales Fernando Couto, primero, y Esteban Aparicio, después, detentaron la presidencia de EMULSA, con el respaldo del PP. Foro y PP son los dos partidos políticos que hoy están, respectivamente, ocupando nuevamente la Alcaldía y, por su representación en la Junta, forman también parte del Consejo de Administración de la entidad. Esteban Lázaro Álvarez afirmaba en su demanda que no podía aseverar que se hubiera cometido delito alguno, pero sí podía afirmar con rotundidad que existían ciertas irregularidades. También denunciaba que se había encontrado con acusaciones y presiones. Tenía la impresión de que se le quería castigar por haber destapado el agujero en las cuentas de EMULSA. La situación era políticamente insostenible. Comprometía la gestión de la Alcaldesa en sus anteriores dos mandatos y eso era algo por lo que Carmen Moriyon no estaba dispuesta a pasar. La presión llegó hasta tal punto que se le insinuó, tal y como afirma la demanda, cuadrar las cuentas de la empresa y que acometiera un despido masivo de trabajadores.
Detrás de la acusación de Esteban Lázaro Álvarez contra EMULSA late toda una forma de gobernar que ha convertido a Carmen Moriyón en la reina de un cortijo. En el ex-gerente de EMULSA se ilumina una manera de gobernar. Como en el Yo acuso de Zola, en el escrito de Álvarez está toda la beautiful people ocupando el palco de El Bibio, los nuevos ricos que tomaron la política como negocio y las cajas fuertes del Banco Sabadell, están los CEOS con master USA, está el thacherismo que vino a la política a practicar cirujía de hierro y negocios para su bolsillo, con la sombra de Francisco Álvarez Cascos extendida sobre todos ellos como la sombra del padre de Hamlet; también está el liberalcapitalismo y el cartel y la droga, están los yuppies de la hebra y la farlopa, la jet rubia y transparente de las hosteleros y la pequeña y gran derecha voxista que va de José María Aznar al último corporativista. Por eso es tan importante la demanda ganada de Esteban Lázaro Álvarez y que tan poca importancia han otorgado la mayoría de los medios de comunicación, bien por miedo, bien por ignorancia o por las dos cosas.
Tras ser cesado de manera improcedente de la dirección y la gerencia, Esteban Lázaro Álvarez inició su demanda en la sala 3 de lo social. La magistrada falló a su favor y dejó constancia de los hechos denunciados por el ex-gerente en los tribunales. De su relato se inspira este otro que no puede terminar sin sus propias palabras: «No está en la conciencia de quien suscribe obviar la situación descrita, ni colaborar en que no se investigue hasta el último detalle lo sucedido, máxime, cuando una de la soluciones que se le han “insinuado” para “cuadrar” las cuentas de la empresa, es proceder a un despido masivo de trabajadores, que no deben asumir las consecuencias de una inexplicable gestión que, por lo que hasta la fecha he podido saber, se remontaría a 2011».
Buen trabajo de periodismo investigativo.
Eclesiastés 1:9-11